Los frenos son el elemento de seguridad clave en cualquier descenso en mountain bike, así que es fundamental comprobar su estado. Cuando la bicicleta chirría al frenar, se frena peor que de costumbre o los pistones están muy salidos suele deberse a algún problema con las pastillas de freno , e indica al biker que ha llegado el momento de cambiarlas o, si aún quedan pastillas, de limpiarlas.
Cómo limpiar las pastillas de freno de una MTB
Muchas veces ese ruido es fruto de la suciedad que llega a las pastillas. Así, si al retirarla de la pinza de freno todavía queda superficie de frenado suficiente se pueden limpiar en vez de cambiarlas. Para ello, se limpia la capa superficial con un trapo impregnado en alcohol que eliminará la grasa y el polvo acumulados en las pastillas. Una vez limpiada la capa superior llega el momento de limpiar las pastillas a fondo. Se pasa una lija de grano fino con la superficie hasta que queda uniforme, y se limpia el polvo con el paño impregnado en alcohol. Para secarla, se acerca un mechero que evapore el alcohol que queda y abra los poros de la pastilla. Por último, se pasa un desengrasante, se enjuaga y se vuelve a secar. Antes de montar de nuevo las pastillas de la mountain bike conviene limpiar de grasa y aceite la pinza y los discos de freno para evitar que las contaminen.
Cómo cambiar las pastillas de freno de una MTB
En primer lugar se quita la rueda y, con la pinza vacía, se frena con cuidado un par de veces para limpiar los pistones con un bastoncillo para las orejas impregnado en alcohol, evitando que se salgan de su sitio.
También se pueden lubricar. Con los pistones limpios, se colocan de nuevo en su sitio con la ayuda de un destornillador plano grande y se limpia la grasa sobrante en la pinza para que no manche las nuevas pastillas. Hay que colocar las pastillas igual que se quitaron, con atención a la izquierda y derecha (si lo indican).
A continuación se coloca el pasador para asegurar las pastillas, que se aprieta pero sin hacer mucha fuerza. Por último hay que colocar la rueda en su sitio. Antes de bajarla al suelo definitivamente hay que centrar la pinza con la ayuda de una llave allen.
Por último, conviene asegurarse de que las pastillas no tocan los discos. Para ello basta con girar la rueda y oír si hay un roce. Si se escucha se pueden aflojar los tornillos de la pinza para reajustarla y evitar ese toce entre pastillas y discos de freno.
Con estos pequeños consejos, mantener las pastillas de freno para frenar correctamente y con seguridad será muy sencillo
Fotografías propiedad del www.elpedalier.com
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