Los cables de freno y de cambio, al igual que el resto de componentes de nuestra bicicleta necesitan de un mantenimiento y ser cambiados por unos nuevos cada cierto tiempo dependiendo del uso y de las condiciones en las que se ruede.
Si el cable del freno o del cambio no están en buen estado, están doblados, deshilachados u oxidados, la funda opondrá resistencia al deslizamiento del cable en su interior evitando así el correcto funcionamiento del freno o del cambio y por mucho que intentemos ajustarlos no será posible por no estar los cables o las fundas en perfecto estado. En el caso del cambio notaremos que el pulsador o maneta comienza a endurecerse y el cambio sube pero no baja.
Para poder cambiar los cables y las fundas de la bicicleta necesitamos una llave allen y un cortacables, cables y fundas de freno y cambio, topes de funda de freno y de cambio y terminales o en su defecto comprar cables y fundas que ya vienen cortados y listos para su montaje como son los de la marca Shimano.
Para empezar colocamos la cadena en el piñón pequeño para que haya la menor tensión posible y podamos sacar el cable, soltamos la sujeción o prisionero del cable en el cambio y cortamos el tope del cable a reemplazar. Con una llave allen aflojamos el tornillo del pulsador (si es Shimano) o levantamos la tapa (si es Sram) para poder soltar la funda y el cable. Sacamos el cable y sacamos la funda entera desde el pulsador. En el pulsador también buscamos el punto por el que va metido el cable, aflojamos el tornillo y lo sacamos. Recordamos que para poder sacar el cable, el pulsador o maneta debe estar en la posición de piñón pequeño.
La longitud correcta del cable debe ser la más corta que nos permita ángulos suaves y movimientos de manillar completos para ambos lados. Si la medida antigua nos ha funcionado bien, podemos cortar el cable y las fundas con la misma longitud que las antiguas. Al cortar las fundas debemos llevar cuidado para no dejar el tubo de teflón interior aplastado, en caso de que no quede bien, podamos redondearlo introduciendo un punzón o similar hasta que adquiera la forma cilíndrica original y no interfiera en el correcto deslizamiento del cable en su interior.
Debe hacerse lo mismo con todos los tramos de cable que tengamos en la bici.
Cabe señalar que en las bicicletas de doble suspensión hay que contar también con el movimiento del basculante, sobre todo si los cables van por debajo del pedalier.
Engrasamos el cable por la zona que quedará en el interior de las fundas facilitando así el deslizamiento y protegiéndolo durante más tiempo de la corrosión.
Metemos el cable nuevo por el pulsador, tiramos de él hasta que la cabeza queda bien insertada y colocamos el tapón o tapa que cubre el inicio del cable en la maneta o pulsador.
Introducimos el cable por la funda que también tiene la longitud correcta, introducimos la funda en el tensor de la maneta y lo sujetamos bien y lo colocamos de manera que no se líe con otras fundas. Llevamos el cable hasta el tornillo de sujeción del cambio o prisionero y con la cadena y pulsador en el piñón pequeño apretamos el prisionero. Cortamos el cable dejando unos 3-4 cm y ponemos el tope al final para evitar que se deteriore el cable y se deshilache.
Con el cable del freno haríamos exactamente lo mismo.
Ahora sólo faltaría ajustar el freno o el cambio de nuestra bicicleta que seguro funcionará a la perfección gracias a los nuevos cables y fundas.
En nuestra web encontrarás cables y fundas de cambio y de freno de distintos colores con los que podrás personalizar tu bicicleta y darle un toque de color.
Fotografía de portada propiedad de www.bikesworldrevista.es
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