Miércoles, te encuentras justo en la mitad de una semana en la que los problemas y el estrés te invaden por completo, apenas te quedan fuerzas, las horas pasan cada vez más lentas y aún te quedan otras dos jornadas de trabajo para llegar al fin de semana… Para colmo el día ahí fuera es uno de esos perfectos días en los que no te cansarías de coronar montañas. Maldita sea, dices para tí mismo una y otra vez mientras te sueñas bajando esa senda que tanto te gusta y que es capaz de borrar de tu mente la peor de las preocupaciones.
Por fín llega el fin de semana, sales de casa a lomos de tu montura pedaleando con la ilusión de un niño que abre los regalos el día de reyes. Llega el momento de comenzar a ascender, notas como tus músculos se tensan, se aprietan, cogen temperatura… Tu corazón late con fuerza y sientes en tu interior una fuerza superior a la de cualquier otro elemento, es el momento, te sientes libre y ya ves ante tus ojos la ansiada recompensa, es el momento de empezar a descender.
Comienzas el descenso, ese momento con el que soñabas ese día de trabajo con tanto estrés, pero de repente notas que algo no va bien, la felicidad se torna en preocupación mientras te preguntas que está pasando, como si de un apagón de luz se tratase has pasado a las más absoluta oscuridad en cuestión de segundos, has sufrido un pinchazo, y este va a ser el culpable de mandar al traste el momento de trance en el que te encontrabas inmerso mientras bajabas a toda velocidad.
Seguro que esta historia imaginaria pero a la vez tan real que narraba te es muy familiar, ya que es uno de los principales inconvenientes a los que todo ciclista se enfrenta durante el transcurso de una ruta. Es por ello que en este artículo hablaremos de uno de los mejores aliados que se pueden tener frente a los pinchazos cuando el sistema tubeless se sale de nuestro presupuesto, este aliado del que te hablo son las cámaras autosellantes o también llamadas cámaras antipinchazos.
Estas cámaras antipinchazos son de igual apariencia a las convencionales de toda la vida, pero con la virtud de llevar en su interior un líquido de similar composición al usado en el sistema tubeless que sella automáticamente cualquier poro o fuga de aire que se produzca en la cámara sin que el ciclista se percate, debido a que el líquido sellante que se encuentra dando vueltas en el interior de la cámara será el responsable de sellarlo en cuestión de décimas de segundo.
Otra de las opciones existentes es introducir nosotros mismos el líquido en el interior de la cámara . La operación es más que sencilla, ya que el propio líquido viene en el interior de un recipiente que suele estar preparado para que introducir el líquido en el interior de la cámara no tenga complicación. Bastará con desmontar la boquilla de la válvulda de aire de la cámara, introducir el líquido en su interior y dar aire con normalidad. Lo aconsajable es rellenar la cámara de liquido cuando esta esté correctamente colocada en el interior de la cubierta, y esta a su vez talonada.
Económico, eficiente y fácil de usar y montar, nada más se puede pedir a este sistema que nos protegerá de uno de los mayores enemigos de todo ciclista cuando la opción de montar un sistema tubeless esté fuera de nuestro presupuesto económico.
Pedro J. Maldonado
www.bikepolis.com, especialistas en accesorios para bicicletas y cubiertas mtb
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