Después de varios días en los que en la medida de lo posible has intentado realizar los entrenamientos que la vida cotidiana te ha permitido, llega el tan ansiado fin de semana en el que te espera la correspondiente salida en bicicleta con tus compañeros de grupeta. En ella, además de aprovechar para desconectar de los problemas del día a día, aprovechas para realizar un largo e intenso entrenamiento que por falta de tiempo te resulta difícil realizar en un día laboral normal. Por la tarde, ya en casa, te das cuenta que subir unas escaleras se puede convertir en una absoluta penitencia, entonces te das cuenta que tu cuerpo necesita un descanso, pero… ¿Bastará con un solo día? O por el contrario, ¿Necesitarás de un día de descanso acompañado de otro día de entrenamiento muy suave?
La respuesta está en nuestro cuerpo, y sobre todo en nuestro corazón, él será el responsable de mandarnos las señales de aviso diciéndonos cuando nuestro cuerpo no está aún recuperado, y este va a ser el tema sobre el que versará esta nueva entrada en nuestro blog, aprender a interpretar las señales que nuestro corazón nos envía para saber si hemos realizado una recuperación completa o por el contrario necesitamos algún tiempo más de descanso para poder volver a coger la bicicleta.
La forma más sencilla de saber si nuestro cuerpo se ha recuperado correctamente será la de comparar nuestro pulso recién levantados al día siguiente de un duro entrenamiento o competición con nuestro pulso en reposo obtenido cualquier otra día recién despertados en el que si se esté descansado. Lo normal es que al día siguiente de haber realizado un esfuerzo intenso nuestras pulsaciones en reposo sean algo más altas, por lo tanto en función de esos valores:
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Si la diferencia no llega a 5 pulsaciones: Tu cuerpo se encuentra totalmente recuperado.
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Si la diferencia se encuentra entre 5-10 pulsaciones: Ese día deberías realiza un entrenamiento muy suave, preferiblemente en llano y a unas pulsaciones no muy elevadas (Entrenamiento regenerativo).
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Si la diferencia es superior a las 10 pulsaciones: Ese es día debes dar descanso a tu cuerpo obligatoriamente.
También existe otra forma de conocer si nuestro cuerpo ya ha vuelto a la normalidad de un esfuerzo intenso y se llama Test de Índice de Ruffier Dickson, para ello deberemos tomar tres referencias y emplearlas en una sencilla fórmula matemática. En esa fórmula matemática a cada una de las referencias se le deberá asignar los siguientes valores:
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Referencia 1: Pulso cardíaco tras estar sentado en una silla y relajado durante unos 15 minutos.
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Referencia 2: Pulso cardíaco tras ponerse de pie y realizar 30 sentadillas en un máximo de 45 segundos (Para realizar las sentadillas tomar como referencia que las rodillas alcancen un ángulo de 90 grados).
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Referencia 3: Volver a tomar el pulso cardíaco al minuto de haber realizado las sentadillas.
Una vez tomadas todas estas referencias, la fórmula a aplicar será la siguiente:
(Referencia1+Referencia2+Referencia3-200)/10
Resultados:
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0: Perfectamente recuperado.
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1 a 5: Muy recuperado.
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6 a 10: Recuperado.
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11 a 15: Medianamente recuperado.
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16 a 20: No estás recuperado.
Ya que es contraproducente forzar a tu cuerpo de forma innecesaria cuando aún no se ha recuperado completamente de un esfuerzo intenso, desde Bikepolis te invitamos a que empieces a interpretar la información emitida por tu corazón y, que sepas así, cuando es el momento perfecto para volver a darlo todo sobre tu bicicleta.
Fotografía portada propiedad de www.buenaforma.org
Pedro J. Maldonado
www.bikepolis.com, especialistas en accesorios para bicicletas y cubiertas mtb
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