El botiquín de primeros auxilios que toda bicicleta necesita

Toda bicicleta necesita un botiquín con una serie de accesorios y repuestos para llevar con nosotros capaces de solucionar aquellas posibles averías que puedan surgir en ruta. Gracias a este botiquín nada evitará que sigamos pedaleando...
El botiquín de primeros auxilios que toda bicicleta necesita

En estos días en los que las lesiones no han respetado mis insaciables ganas de montar en bicicleta vienen a mi mente todo tipo experiencias vividas a los lomos de mis dos monturas, buenas todas ellas, y aunque unas más que otras, las menos buenas me han servido para aprender…

 De todas estas experiencias cobra principal protagonismo la vivida hace algo menos de un año en una prueba de resistencia de 12 horas por parejas. Llevaba varios meses preparando esa prueba con especial interés, planificando hasta el más mínimo detalle mis entrenamientos para llegar en la mejor forma posible a esta prueba que había marcado en rojo en el calendario. Llegó el fin de semana de la prueba, y como siempre, el día de antes a cualquier competición, comencé mi ritual de preparativos sin ningún tipo de entretenimiento a mí alrededor. Como si el ritual de un monje budista se tratase organizaba todo (Ropa, comida, bebidas, recambios para posibles averías…) con especial cautela mientras en mi mente me visualizaba trasmitiendo watios de potencia a la transmisión de mi bicicleta, poseído por las ganas de sumar la mayor distancia y conseguir buscar mi límite físico y mental.

 Llegó el día de la prueba, habían sido mucho tiempo de preparativos, decidimos hacer relevos cada dos horas y que mi compañero Jesús fuese el primero en tomar la salida. Se da el disparo de salida que borró la sonrisa de los rostros de todos aquellos que llevábamos un dorsal puesto en la bicicleta, y que anunciaba la hora de la acción, comenzaba lo bueno…

 La prueba discurre con total normalidad, Jesús completa su primera vuelta al circuito, lo veo pasar por meta, me siento bien, noto ese cosquilleo en el estómago que me acompaña en todas las competiciones, y con una mezcla de nervios y ganas de dejarme la piel comienzo a ponerme a punto con un suave calentamiento en el rodillo. El cronómetro sigue corriendo, Jesús está a punto de completar las dos primeras horas de carrera y yo me traslado a la zona habilitada para los relevos para coger el testigo y salir a darlo todo. Llega Jesús, realizamos el relevo y comienzan mis dos horas de carrera. Las sensaciones son buenas hasta que en una de las primeras subidas noto como al empujar con fuerza al pedal mi pie izquierdo pivota sobre este, algo no va bien, paro y me percato de que me es imposible soltar la bota del pedal, cuando por fin lo consigo mis peores presagios se cumplen… ¡Maldita sea! Había perdido uno de los dos tornillos que fijan la cala de la zapatilla a la bicicleta y esta además se había deformado. Al final llegó a meta como puedo, las buenas sensaciones me abandonan por el camino y por la mente se me pasan las duras semanas de entrenamiento por la cabeza… Al final conseguimos terminar la prueba gracias a Diego, otro de nuestros compañeros que mientras descansaba se prestó a dejarme sus zapatillas que casualmente eran del mismo número pero ya habíamos perdido mucho tiempo… Ese fue el día en el que me di cuenta de que mi bicicleta necesitaba un botiquín de primeros auxilios, una pequeña bolsa o estuche que a modo de caja de pandora fuese capaz de poder solventar aquellas posibles averías que no pudiese reparar un fin de semana por no poder comprar la pieza a sustituir, y que a la vez me pudiese acompañar a las carreras.

 Y así nació el botiquín de primeros auxilios para mi bicicleta, el cual siempre está depositado en el garaje de casa junto a mi bicicleta dispuesto para ayudarme, y él y su contenido serán los protagonistas del presente artículo.

 En mayoría de los casos de todo ciclista no se podrá disponer de un repuesto de cada una de las piezas de la bicicleta, principalmente por el elevado coste que supondría, pero sí una serie de cosas que podemos considerar esencias y de bajo coste que vamos a nombrar a continuación

Herramientas y repuestos imprescindibles para la bicicleta

-Llave multiusos con tronchacadenas: Con ella podremos apretar y aflojar la gran mayoría de los tornillos de nuestra bicicleta, además de llevar instalada la herramienta necesaria para la sustitución y cambio del eslabón en caso de rotura de cadena.

-Herramientas de corte:Con unos pequeños alicates de corte bastará, necesarios para eliminar el sobrante de cualquier cable a sustituir.

Cable de acero: Son el sistema circulatorio de nuestra bicicleta, gracias ellos nuestras órdenes llegan a la transmisión de la bicicleta. Tienden a romperse sin previo aviso por lo que lo ideal es tener un par de ellos de reserva

-Tornillería: De escaso valor, pero de vital importancia. Con las vibraciones tienden en muchos casos a aflojarse y caerse, por lo que también es aconsejable tener unos cuentos de diversos tamaños de repuesto.

Eslabones de cierre rápido: Imprescindible para la reparación de la cadena.

Lubricante de transmisión: Aconsejable tener un bote de repuesto para cuando la mala memoria nos traiciona y olvidamos comprarlo.

Cámaras Ningún número de cámaras antipinchazos es suficiente, ya que aunque en muchos casos no sean necesarias siempre hay algún compañero despistado al que se le olvidan en casa y le puedes hacer un gran favor.

– Patilla de cambio:Cada bicicleta tiene un modelo específico, y en caso de rotura del mismo nos puede llevar algunos días conseguir una, por lo que es más que aconsejable tener una de repuesto (Artículo patillas de cambio).

– Bridas y pegamento fuerte:Imprescindibles para la unión y fijación de cualquier componente.

– Radios y llave para radios: Las llantas de la bicicleta son las responsables de absorber la mayor parte de las vibraciones, por lo que los radios se aflojan y parten con facilidad.

– Calas de zapatilla No es un componente que tienda a fallar, pero sobre rarezas no hay nada escrito.

– Componentes sustituidos: Si eres como yo y siempre andas mejorando componentes de tu bicicleta, una buena opción es guardar los componentes sustituidos en esta bolsa si no ocupan mucho espacio, por ejemplo: Patilla de cambio, cubiertas que no cubren nuestras expectativas y se pueden plegar, discos de freno, platos… etc

 La prevención es el mejor salvavidas contra los imprevistos, por lo que desde Bikepolis te animamos a que empieces a formar el botiquín de primeros auxilios para tu bicicleta y que así nada te coja desprevenido, ya que siempre dispondrás de un comodín que pueda salvarte de un buen apuro…

  Pedro J. Maldonado.

 Fotografía propiedad de blogs.comunitatvalenciana.com

 www.bikepolis.com, accesorios para bicicletas y cubiertas mtb

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